Pese a oposición de quienes se benefician de un orden social injusto, gobierno y sociedad deben trabajar juntos para erradicar pobreza

•     Solo así será posible generar un auténtico desarrollo integral para que cada mexicano alcance la plenitud humana: Arquidiócesis de Xalapa
Irineo Pérez Melo.- Trabajar por la paz social y el bien común debe ser una tarea permanente de toda la sociedad mexicana y veracruzana, aunque esta tarea lleve inevitablemente a la contradicción y oposición de quienes se benefician de un orden social injusto como el que se vive en México y en Veracruz, planteó la Arquidiócesis de Xalapa.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde se refiere lo dado a conocer por el INEGI, que más de 8 millones de mexicanos hayan salido de la pobreza, consideró la urgencia de trabajar juntos, gobierno y ciudadanos, para erradicar las condiciones estructurales de pobreza e injusticia en que viven millones de mexicanos y veracruzanos.
“Es urgente e importante la instauración del reino de Dios en las estructuras sociales y la fuerza para anunciar la buena noticia a los más pobres y desvalidos, pues solo así será posible generar un auténtico desarrollo integral para que cada mexicano alcance la plenitud humana y espiritual”.
“El reino de Dios es el proyecto divino y un nuevo estilo de vida para solucionar las situaciones de pobreza y vivir en paz”, se destaca en el comunicado signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos.
“El reino de Dios es algo real pues tiene que ver  con todas las problemáticas actuales de la  sociedad mexicana del siglo XXI,  con sus estructuras de opresión e injusticia, con la riqueza y la pobreza, con la paz y la violencia,  con el hambre y el confort, con la vida y las muertes, con la corrupción y la impunidad;  por eso anunciarlo y construirlo en la sociedad provoca conflicto y división entre los ciudadanos, pero el fuego divino permite a todo ciudadano perseverar en la construcción de la paz”, se añade.
Y se aborda el pasaje bíblico: «Fuego he venido a traer a la tierra, y ¡cómo desearía que ya estuviese ardiendo! (Lucas 12, 49)», son las palabras de Jesucristo para invitar a cada ciudadano y creyente a tomar con radicalidad y compromiso el trabajo conjunto por el bien común, la justicia y la paz.
Todo creyente y cada ciudadano están invitados a promover y trabajar por una paz que se traduce en una justicia social y en el respeto a los derechos de los más necesitados, se señala por último en el documento.