
• La oración y el silencio dan sensibilidad y ofrecen luz suficiente para ver estos problemas: : Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo.- La difícil situación social y política de México ha provocado un cierto desencanto y poco aprecio de la actividad política, de ahí que la oración confiada y el silencio ofrecen luz suficiente para ver este problema, aseguró la Arquidiócesis de Xalapa.
En su comunicado dominical difundido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, se destaca que “la oración y el silencio dan sensibilidad para ver que México continúa con problemas graves que las autoridades están tratando de resolver.
De entre éstos se mencionan desempleo, narcotráfico, secuestros, asesinatos, migración, corrupción, educaci´0on y servicios de salud deficientes, falta de apoyo al campo, pobreza, escasa credibilidad de las instituciones públicas y judiciales, salarios estratosféricos de funcionarios, propuestas política con falta de resultados, se enfatiza.
“Pero también la oración y en silencio otorgan la sabiduría para aceptar las problemáticas que se viven en el territorio nacional y para buscar transformarlas, mediante la participación de cada ciudadano, sin exclusión de nadie”, se añade en el documento signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos.
Además, se reconoce que la oración confiada y comprometida con las realidades sociales, económicas, culturales y políticas brinda también la luz necesaria, para descubrir con profundidad que la visa entera se acoge a la esperanza de mejorar cada problemática si se busca primero valorar la dignidad de cada persona y convertirla en agente y protagonista de su propia historia y del acontecer nacional y estatal.
En el comunicado se señala por último que sin darse cuenta las personas van llenando su vida de cosas, actividades, preocupaciones y otros tantos intereses que no les queda lugar para hacer silencio y oración.
Según esta lógica siempre habrá algo más urge que hacer oración. Pero ¿cómo y para que ponerse a orar cuando se tienen tantas cosas en qué ocuparse? Confiando en que Dios escucha a toda persona que le invoca y porque no es posible visir la fe y los compromisos para transformar situaciones adversas de la vida sin oran, confiadamente a Dios. Cristo enseño a orar insistentemente a sus discípulos para hacer presente el reino de Dios en cada etapa de la historia y en cada rincón de la tierra.