
*Nadie se siente satisfecho que en México más de 30 millones de mexicanos estén sumidos en la exclusión y la pobreza: Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo.- La Arquidiócesis de Xalapa aseguró que nadie ve con buenos ojos que haya desabasto de medicamentos básicos y hospitales carentes de equipos necesarios para atender a los enfermos necesitados de un trato digno, acorde a su gran dignidad.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde también señala que nadie se siente satisfecho que en México más de 30 millones de mexicanos sigan sumergidos en la exclusión y en las condiciones estructurales de pobreza.
Pero, sobre todo, duele que no haya un trato recíproco entre las personas y que se utilice a cada ser humano para conseguir los propios fines, se indica en el documento signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos.
“La expectativa de ver resultados reales de los proyectos políticos, económicos, sociales y culturales sigue viva en cada ciudadano mexicano y veracruzano, pues la abundancia de recursos naturales de México y la altísima dignidad de las personas así lo demandan y presuponen”, se destaca.
Y se pregunta: “¿Cómo encontrar caminos reales para que todos generen un auténtico desarrollo para cada ciudadano?”, y señala que el sendero de la caridad cristiana es la respuesta pues ésta da la posibilidad de formar una humanidad nueva.
El amor cristiano es la principal fuerza impulsora del crecimiento pleno de cada persona y de toda la humanidad. La vivencia de la caridad cristiana hace que cada persona se descubra como hijo amado de Dios y orientado a una vida inspirada por la caridad y la misericordia, se señala.
“Vivir la existencia de este modo es una exigencia que forma parte del núcleo del mensaje de Jesús y constituye la esencia del modo de ser y vivir según el evangelio. Todo lo demás vendrá por añadidura pues la gran tarea de todos es responder y comprometerse con estas exigencias esenciales”, se establece, por último.