*La inevitable y maldita lejanía que le impide a Asdrúbal estar presente ante el ataúd de su hermana Andrea…
*Asdrúbal, guarda tranquilidad en tu conciencia y en tu corazón, te estimamos.
*No son palabras mágicas que intenten eliminar el dolor, pero sí de apoyo para ti pariente.
“La presencia más fuerte es a menudo una ausencia”.
Alfonso Mora Chama
Seis hermanos… Rogelio, José Luis, Adán, Anibal, Andrea y Asdrúbal, todos ellos tíos de mis hijos y primos de mi esposa. El trato normal como vecinos por muchos años, hasta que cada uno de ellos por asuntos de estudios y de trabajo, se fueron marchando del barrio de 5 de mayo de Teocelo…
José Luis Andrade Díaz, el famoso “piencho”, uno de los trece fundadores de Chinineros hace 63 años, compañero nuestro en la primaria, goleador, murió en enero de 2019, hace cinco años. Rogelio, vive en Campeche. Adán en Teocelo.
Esta mañana, aproximadamente a las siete del día, amanecer lluvioso, fallece la hermana de ellos, la maestra Andrea Andrade Díaz, un domingo triste más aún con la lamentable noticia, un paso final en esta vida, la muerte es normal, debemos asumirla y enfrentarla. Pero leyendo a través de las redes sociales, las tristes palabras del hermano de ellos, Asdrúbal, ausente por razones de trabajo, allá en la “Ciudad de los Vientos” y la de mayor población del estado de Illinois, Estados Unidos, en Chicago, me atrevo a comentarle al pariente, lo siguiente quizás como algo de consuelo en este momento inevitable en el paso de la corta vida, experiencia dolorosa en donde debemos, difícil lo sé, controlar las emociones, los pensamientos y sentimientos.
Andrea cumplió como hija y como hermana. Lo saben bien sus hermanos. Toda una vida al lado de doña Socorro, su mamá, inseparables, prefirió la soltería para cuidarla. Las conocimos y las tratamos. Como responsable en su trabajo en la secundaria Manuel C. Tello, lo mismo, cumpliendo hasta su jubilación. Como porra de los miles y millones de seguidores del América, al pie del cañón, incluso tomándose fotos con Cuauhtémoc Blanco, en Chicago…en la mejor etapa del “Cuau”, antes de llegar a los Tiburones.
Luego entonces, Asdrúbal…?
Muy cierto amigo que es una de las experiencias más dolorosas que se tienen que soportar ante la lejanía, pero confía en que no te encuentras solo ante las muestras de amistad, de compañerismo y de hermandad, entendiendo tu desesperación a la noticia abrumadora de la muerte de Andrea, pero si algo debes aceptar que cumpliste con ella, como lo hiciste con tu mamacita, para que no te envuelva la tristeza profunda o la angustia de no asistir, mucho menos el arrepentimiento si desde allá, en el vecino país del norte, puedes elevar una plegaria por ella, con fe, devoción y optimismo, como lo estaos haciendo nosotros, confiando Asdrúbal que encontrarás y lograrás un nuevo significado de la vida ante la lejanía de tu estimada familia, de tu pueblo que siempre te esperará amontonado de recuerdos, de anécdotas reevaluando prioridades ya sin la tristeza, sin culpa alguna ni confusión…
Eres un hermano de Andrea a toda madre. Siempre pendiente y con la llamada al celular todos los días, hasta la última de anoche apenas, por lo tanto, tu conciencia y tu enorme corazón lleno de bondad está tranquilo… doloroso sí Asdrúbal, difícil, también mi campeón, pero queda el amor y el recuerdo de Andrea y serán de consuelo y de lazos emocionales que te durarán toda una vida.
Asdrúbal… es parte del alto costo de estar ausente, en otro país y con los problemas de entrada y de salida, y a cuántos y cuántas familias han tenido que sufrir cuando se mueren los parientes y sin lograr verlos una vez más. Maldita lejanía, dirán y estoy de acuerdo, que les impide acompañar físicamente al padre, a la madre, al hijo, a los hermanos, en el momento de su despedida… casos muchos hemos visto y lamentables, en donde no tiene cabida el “hubiera” solamente la resignación plena llena de amor, de cariño y de tranquilidad ante el deber cumplido… y demostrado.
Estas sencillas, modestas y firmes letras no llevan otra intención que entender al hermano de Andrea ausente, al amigo y pariente Asdrúbal Andrade Díaz, para que intente de manera saludable aceptar el adiós de su hermana, sin angustia y sin lamentos. Lo sé, nada fácil controlar las emociones intensas, pero te considero una persona fuerte mi Asdrúbal, moral y físicamente y sabrás triunfar sobre el temor, la angustia, la lejanía y el miedo, sin arrepentimiento y te aconsejo mi estimado y querido Asdrúbal sigas las palabras de un hombre de fe, de palabra firme y ejemplo de bondad, activista y político sudafricano, condenado a cadena perpetua y liberado a los 27 años de prisión, símbolo de la lucha contra el apartaheid… Nelson Mandela “el hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que conquista el miedo”
Vamos Asdrúbal, con todo mi respaldo, de mi familia, mi respeto y gratitud.
Dios es grande, confiemos en él.
Sinceramente