*Benjamín Zapata, bisnieto del “Caudillo del Sur” comenta las
traiciones que le hicieron al símbolo de los campesinos desposeídos
*Charla con Espacio 13 del altercado con el Presidente Madero cuando le ofreció una Hacienda como pago a la causa maderista.
*Teocelo celoso de sus tradiciones, le apuesta a una feria del pueblo y para el pueblo”
Alfonso Mora Chama
-La seriedad y silencioso acercamiento conmigo, en este encuentro, en el salón social de Ayahualulco, domingo lluvioso después se la cabalgata…distinguen a Benjamín Zapata.
-Qué dice el periodismo ?
-Pregunta acompañada de una palmada en el hombro derecho…
-Aquí seguimos, aquí nos encontrarás siempre amigo, es lo nuestro. Acompañando al presidente municipal de Ayahualulco, Arturo Morales Rosas, en la cabalgata de esta afamada feria.
-Qué bien, responde Benjamín mientras se retuerce el bigote y fija la vista en un servidor.
-Estoy a la orden amigo. Junto a él, don Prisci, papá del alcalde Arturo Morales Rosas, de Abundio y Filiberto, ex alcaldes de Ayahualulco, con quienes guarda una sincera amistad.
Las preguntas, salteadas, de acuerdo a la temática del bisnieto de Emiliano Zapata:
“Duele que a mi bisabuelo muchos lo traicionaran, porque fue y sigue siendo el símbolo de la gente del campo, de los desposeídos y de los pobres de este México que extraña a Emliano Zapata, si como sabemos, su lucha fue siempre por la posesión de la tierra para quienes la trabajan, no fue solamente para derrocar al gobierno de Porfirio Díaz, no…no quiere decir que no le interesara la salida del porfiriato, pero él luchaba porque se les devolvieran las tierras robadas a los campesinos, en esos años por los amigos del presidente, los hacendados…
Derrotado Porfirio Díaz, no significaba que Emliano Zapata concluyera su lucha armada… cierto si que ganó en esa revolución el maderismo pero no los ideales de Emiliano Zapata y aquí empezó el distanciamiento de Emiliano con el presidente Madero. Muy famosa su expresión directa a Francisco I. Madero, precisamente en palacio nacional cuando lo visitó y lo ofreció una lujosa Hacienda como pago a su entrega y servicio a la revolución y a la democracia…”No señor Madero, se equivoca, no me levanté en armas para conquistar tierras y Haciendas, lo hice para que al pueblo de Morelos le sea devuelto lo que le fue robado…
-Fue duro y directo, sin miedo y sin temor a una represalia inmediata ahí mismo en palacio nacional…”Señor Madero o nos cumple usted, a mi y al estado de Morelos, eso, lo que nos prometió, o a usted, y a mi nos lleva la chingada… algunos historiadores suavizaron eso de la chingada por “o nos lleva la chichicuilota”… incluso aquí en el salón social de Ayahualulco, ante cabalgantes y autoridades municipales, Benjamín Zapata, lo expresó con enérgica voz y bigote encabronado, es decir, desparpajado.
-El presidente Madero lo traicionó, no le cumplió y mi bisabuelo creyó en él, en su arribo al poder después del triunfo pero no fue asi. Y sabemos, después del asesinato de Francisco I. Madero, ascendió Victoriano Huerta y ya Emiliano Zapata, rebelde por la traición siguió en esta lucha por la tierra, y tras su asesinato la pelea agraria siguió pero con menos intensidad y la gente cercana a Emiliano designaron a Gildardo Magaña Cerda, como jefe del ejército libertador del sur, podríamos decir que fue el último porque la gente de Zapata, los cercanos, fueron asesinados y otros negociaron con el gobierno.
La revolución y la historia de México está llena de traiciones, incluso entre los mismos jefes del gobierno de Venustiano Carranza, hablando de Emiliano Zapata y la traición de Jesús Pánfilo Guajardo, apodado el “as de oros”, del ejército constitucionalista, al grado que fue capaz de fusilar a 50 soldados federales para engañar y convencer a Zapata que estaba de su lado, siendo así que acordaron un 10 de abril de 1919, el encuentro en la hacienda de Chinameca en donde le entregaría cinco mil cartuchos y armamento para seguir en la lucha agraria, con la aprobación de Carranza y de Pablo González, el mismo general que sirvió al lado de Eulalio Gutiérrez, presidente provisional… queda para el análisis la carta enviada por Zapata a Jesús Pánfilo Guajardo, creyéndolo amigo cuando el caudillo del sur había hecho de la desconfianza una virtud, y así fue asesinado: “La carta de usted deja ver que es franco y sincero y lo juzgo como hombre de palabra y caballero, y tengo confianza en que cumplirá al pie de la letra el asunto de que se trata”…
Por confiado, Emiliano Zapata fue asesinado hace 103 años. Símbolo de la lucha agraria de México.