- Delinea el Arzobispo de Xalapa en cuatro pilares su ministerio episcopal: la gratitud, la santidad, la unidad y la alegría misionera.
Irineo Pérez Melo.- Con la convicción de que la autoridad debe ser vivida siempre como servicio, el arzobispo de Xalapa monseñor Jorge Carlos Patrón Wong delineó su ministerio episcopal en cuatro pilares: la gratitud, la santidad, la unidad y la alegría misionera.
De acuerdo al comunicado emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, refiere que Patrón Wong se caracteriza por ser una persona cercana, dialoga con todos, se muestra cordial, sencillo, su sonrisa permanente transmite paz, serenidad y confianza.
“Su discurso es claro, preciso, profundo, elocuente y esperanzador; pone mucha atención a sus interlocutores; su persona revela experiencia de Dios y una fuerte espiritualidad. Es un líder religioso carismático que está tocando el corazón de mucha gente”, se añade en el documento signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes.
Se indica que en sus diferentes reuniones eso le ha caracterizado y ha reconocido y agradecido las tareas de los otros, así empieza normalmente sus diferentes encuentros; “insiste que debemos ser santos, que hemos de buscar la unidad en medio de la diversidad y que un cristiano que se ha encontrado con Cristo no puede guardar para sí esa alegría, la debe compartir”.
En poco tiempo, el pastor se ha acercado con signos elocuentes a sus ovejas, ha dedicado tiempo y energías para escucharlos, saludarlos, ver sus rostros, intercambiar alguna palabra, darles un apapacho, se menciona.
El sucesor de los apóstoles es consciente de que llega a un pueblo rico en cultura, tradiciones, fe y valores, pero también sabe de las penas que lo afligen, de los contrastes que viven y de las angustias que enfrentan.
De ahí que en sus mensajes insiste en temas trascendentales que dan sentido a la vida personal pero también ha tenido palabras proféticas y valientes que lo colocan en una actitud evangélica y en continuidad con sus predecesores, se refiere.
En su primera semana en Xalapa, monseñor Jorge Carlos ha mantenido un ritmo de trabajo intenso. Su llegada a esta arquidiócesis trae sabor sinodal. Está escuchando todas las voces y quiere reunirse con los diferentes actores de la sociedad. Como lo dijo ante representantes de los medios de comunicación desea escuchar, dialogar, intercambiar puntos de vista, buscar la verdad, ser portador de las preocupaciones de su pueblo.
Ya visitó su seminario, la curia arzobispal, llevó consuelo y ungió a los enfermos de cáncer en su visita al albergue de AHTECA, se encontró con personas de la tercera edad que no tienen algún familiar o que fueron abandonados y que ahora viven otras condiciones en el albergue de Cáritas, allá en el Sumidero; ya se encontró también con las hermanas y hermanos religiosos, con los laicos y con más de 1,500 jóvenes que estaban deseosos de estar cerca de su pastor y a quienes animó con su espíritu esperanzador.
Esta semana que llega, la dedicará a su presbiterio, sostendrá reuniones con los 13 decanatos de la arquidiócesis para conocer a sus sacerdotes, saber de su ministerio, sus proyectos pastorales y las problemáticas que están enfrentando.