- Desempleo por el cierre de fuentes laborales ha causado que no haya dinero para alimentar a una familia, y esa es la consecuencia: Guillermo Trujillo. Irineo Pérez Melo.- Por la pandemia del COVID-19, que derivó en el confinamiento de las familias por casi un año, se incrementaron en un 15% el número de divorcios y la violencia intrafamiliar, así como la pobreza en las familias debido al desempleo de algunos padres lo cual es preocupante, porque está generandose un problema social. Así lo aseguró Guillermo Trujillo Álvarez, presidente de la Red Evangélica del Estado de Veracruz, quien dijo que, al no haber ingresos para alimentar a una familia en sus gastos mínimos, eso es preocupante, porque cuando un padre no aporta, lamentablemente trae consecuencias. En entrevista, dijo que esta situación se empezó a aumentar a partir de dos años para acá ha habido mucha violencia entre los esposos, entre los hijos, los hijos son golpeados por los padres, por la falta de paciencia, de tolerancia y esto es una situación que no hay cifras reales, pero sí existe Insistió que por el desempleo en que algunos padres están padeciendo, ha incrementado las separaciones, los divorcios y problemas emocionales, por lo que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para salir avante. “Es un problema social fuerte ocasionado por la pandemia, que ha derivado en falta de empleos, por el cierre de fuentes de trabajo; se cerraron tiendas, comercios y establecimientos y se perdió mucho empleo, la crisis económica fue muy fuerte y eso ha traído consecuencias muy graves a la familia”, recalcó. Expuso que al haber estado mucho tiempo encerrado, este problema se disparó, “se dispararon los divorcios y las separaciones, lo cual es lamentable, por eso mucha gente busca el apoyo en las iglesias”. Señaló que esta situación que padecen algunas familias se les ha recomendado que su fe en Dios no decaiga, que oren que es una herramienta importante, mantener una fe fuerte, que tengan paciencia y mucha fuerza espiritual