- Atentan contra la vida humana, la familia y las libertades del país y el daño sería terrible de llegar a aprobarse por el Senado de la República.
Irineo Pérez Melo.- La Iglesia Católica manifestó su total y absoluto rechazo a las iniciativas de Ley General de Población y de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que la Cámara de Diputados turno al Senado de la República, al considerar que es “un verdadero atentado contra la vida humana, la familia y las libertades de este país”.
En el comunicado dominical que emite la Oficina de Comunicación Social del Arzobispado de Xalapa refiere que ambos proyectos de ley, recientemente aprobados por todos los partidos políticos en la Cámara de Diputados, fueron analizados jurídicamente por la grey católica y se llegó a la conclusión antes descrita al suponer que éstas iniciativas de forma sospechosa han llegado a este nivel.
“Lobos vestidos de ovejas, usando un lenguaje aparentemente inofensivo, quieren llevar a cabo una reingeniería social destruyendo con un solo golpe, la vida, las instituciones familiares y las libertades. ¿Por qué destruir las instituciones y los valores que sostienen a este país?”, refiere el comunicado.
En el documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, destaca que nuevamente queda de manifiesto cómo la “Pandemia les quedó como anillo al Dedo”, la población preocupada por su salud, sobrevivencia y seguridad, desconoce los alcances de estas perversas iniciativas. “El daño a este país sería terrible si estos proyectos de ley perseveran”, se añade.
De entre las razones de su desaprobación y rechazo a estos proyectos de ley, observan que: en la Ley General de Población, se establece la ampliación del asesinato de los hijos en el vientre materno, disfrazándolo como “salud sexual y reproductiva”. Esto es aborto para todo el país, mientras los niños se mueren de cáncer porque no hay medicinas.
Además, se elimina el derecho a la objeción de conciencia de aquel personal de la salud que se rehúse a practicar abortos, disfrazándolo de “omisiones contra la salud”. Atropella la Patria Potestad y el derecho inalienable de los Padres y Tutores a educar a sus hijos con la imposición del adoctrinamiento de la ideología de género en el sistema educativo, disfrazándolo de “educación sexual integral”.
De igual manera, atenta contra la Institución Matrimonial en su carácter de interés público pretendiendo colocarlo al mismo nivel del mal llamado “matrimonio igualitario” que no justifica ningún tipo de interés público, disfrazándolo de “interculturalidad” y decreta la eliminación de las Barreras Socio-Culturales e Institucionales que dificulten el acceso a lo ya expuesto, disfrazándolo de “protección de los derechos sexuales y reproductivos”.
En el caso de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se establece un nuevo tipo de violencia contra la mujer y la denomina como “Violencia Simbólica”, que, según los diputados federales que la aprobaron, en su interpretación de exposición de motivos recogida en la gaceta parlamentaria, es la base de todos los tipos de violencia por lo que debe ser eliminada.
Condenan, como generadores de este tipo de violencia, a: La Familia, Las Instituciones Educativas, La Iglesia y Los Medios de Comunicación desde donde se transmiten imágenes, mensajes, valores y normas que refuerzan los estereotipos de género y determinan los pensamientos, percepciones y acciones.
En ese tenor, es evidente el abuso de poder que, al trastocar los derechos humanos de la vida, la familia, la educación y el libre ejercicio de la religión quieren inaugurar una nueva persecución en México.
Ante esto, se hace un llamado a toda la sociedad a darse cuenta de estos daños que están a punto de concretarse y a defender nuestros derechos humanos. “Es necesario detener esos dos proyectos perversos que inaugurarían un estado represivo y destructor de la Vida humana, la Familia y las Libertades”, se señala por último.