Coatepec, Ver.-30 de agosto de 2020.-Para Rosita Calte Ochoa parece no pasar los años, ya que a su edad goza de cabal salud gracias a Dios, “La Señito de los Limones” como es conocida en este municipio y en su natal Tuzamapan, es un ejemplo de mujer para toda la gente que la conoce, así como de los usuarios de las redes sociales en donde se ha convertido en una figura pública que causa sensación, gracias a que su fortaleza le permite recorrer las calles cargando su bote de limones al hombro cuando va lleno y cuando ya va a menos de la mitad al brazo.
Su historia es triste por todas las penurias que ha pasado, sin familiares sanguíneos cercanos, ya que a sus 87 años cumplidos hoy justamente el día de Santa Rosa de Lima, Santa Patrona de Perú, ya que en México es el día 23, por eso lleva el nombre de Rosa de quien fue la primera mujer Santa en América Latina.
A ella la invitamos a casa para partir un exquisito pastel y cafecito, que degustó muy contenta por sentirse tomada en cuenta por mi esposa Cecy y un servidor, le cantamos las mañanitas, reímos con sus anécdotas y transmitimos en vivo a través de TIK TOK y FACEBOOK, ya que por cierto es muy famosa ya en varias partes del país y del mundo.
De Coatepec nos trasladamos hasta la localidad de Tuzamapan en donde tiene su domicilio, como ya me había comentado que a Santa Rosa de Lima no la conocía, en el camino pasamos a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en donde le compré la imagen bendecida para que la pusiera en su altar en donde todos los días le pide a Dios la cuide, así como le ayude a que su venta sea total para no regresar con su preciada mercancía.
Agradeció muy emocionada el detalle que tuvimos con ella, pero es que se lo merece por ser una gran guerrera de la vida, le preguntamos por qué no se había casado y respondió, que nunca tuvo novio, tampoco hijos ni nadie, es por eso que se gana la vida honradamente trabajando día a día para ganarse el sustento de su hogar.
Muy felicitada en Facebook y en Tik Tok por sus seguidores, ella se mostró muy contenta porque a sus 87 años de edad, aún tiene fuerzas y excelente salud, todo gracias a Dios a quien le agradece esta oportunidad de seguir valiéndose por ella misma.
Ya en su casa le hice entrega de la imagen de Santa Rosa de Lima y la emoción fue muy grande para ella, que me dijo que no pensó que me iba a detener a buscar su preciado regalo, claro que sí, disfrutó su pastel y más el convivir con nosotros: “Nunca esperé encontrarme un amigo tan bueno, que Dios te bendiga y te de muchos años más de vida para que me sigas dando tu amparo” Palabras de ella que me hicieron sonrojar, pues Rosita es una persona que me motiva a seguir trabajando por las personas más vulnerables, que realmente necesitan de nuestro apoyo, de nuestro esfuerzo y dedicación.