*Se les escapa de las manos la mina de oro sindical al moribundo a la familia Callejas.
Misantla, Ver., a 12 de marzo de 2022.- Con la desbandada de maestros que buscan la democratización de la Sección 32 al interior del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el famoso Equipo Político está desahuciado con muy pocas personas como asistentes. Durante la reciente conmemoración del XXXVIII aniversario luctuoso de quien fuera uno de sus más grandes líderes morales, Alfonso Arroyo Flores, se notó el descontento de las bases que no se presentaron al evento ni con todos los gastos pagados.
Aunque para el aún líder estatal, Lázaro Medina Barragán, el Equipo Político se mantiene fuerte, la corrupción y abusos de poder de los que han sido víctimas los docentes que confiaron en este sindicato para defenderlos y velar por sus derechos laborales es cada vez más evidente, pues de casi 20 mil agremiados que se esperaba asistieran a la ceremonia, por primera vez en la historia de la Sección 32 no llegaron ni a mil docentes.
Apenas el pasado viernes integrantes del grupo denominado Movimiento Democrático Magisterial de la Sección 32 denunciaron una serie de irregularidades e inconsistencias en la recién publicada convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal, exigiendo la limpia de todo rastro de la familia Callejas y sus vicios, incluyendo a su desinflado Equipo Político que solo sirvió como medio de chantaje para la clase política (principalmente del PRI) y la obtención de beneficios para los líderes y sus más allegados.
Basta con recordar como en 2018 el «King Callejas», Juan Nicolás Callejas Roldán, se lanzó para senador por el PRI, sin importarle vender a la base y revolcarla en el cochinero del partido con esta misma operación, que al final de cuentas no resultó como esperaban al obtener un penoso tercer lugar.
Hoy en día los pocos aliados que tiene este grupo de vividores del Equipo Político no son otra cosa que el vivo retrato de los priistas rateros y engañosos de antaño, que se niegan a reconocer su realidad y el repudio de todos aquellos que en alguna ocasión depositaron toda su confianza y esperanza en sus promesas.
La lucha por la democratización del sindicato ha sido uno de los más grandes anhelos de la base ante la necesidad de recuperar la intención sindicalista de velar y buscar el beneficio colectivo y no solo de unos cuantos, como fueron testigos durante las últimas décadas, por lo que es cuestión de horas para que los resultados del rechazo de los agremiados se hagan notar. Tal parece que al Equipo Político se le están acabando las opciones para intentar demostrar que tienen músculo, sin embargo, es un fiel reflejo de lo que sucedió en las últimas elecciones, aferrándose a lo que jamás les perteneció, el control del sindicato que se les está escapando de las manos.