El futuro que perdió Tlacotalpan

¿Qué harían con casi 23 millones de pesos? Usted, ciudadano, lo que quisiera, pero un presidente municipal es seguro que haría maravillas si supiera administrar su Ayuntamiento… imagine esos 23 millones en una ciudad como Tlacotalpan, una de las ciudades más bellas de Veracruz pero que en el gobierno de Christian Romero Pérez parece que le es suficiente con dos eventos al año: las vacaciones de diciembre y la fiesta de la Candelaria, dejando de lado toda una gama de potencial a explotar como pueden ser sus calles y pintorescos callejones, junto con sus viviendas de colores; espacios públicos como son la plaza principal con su kiosko morisco y sus parroquias de San Cristóbal y La Candelaria; el Palacio Municipal junto con su antigua cárcel municipal así como casones de la localidad; y qué tal la Casa de la Cultura o el Teatro Netzahualcóyotl; los museos Salvador Ferrando, el de la Ciudad y el de Agustín Lara; hay que destacar el cementerio municipal con interesantes mausoleos.

Además de este hermoso pasado histórico que hacen de la Perla del Papaloapan un paraíso a disfrutar, las diversas manifestaciones culturales que dan vida y alma a Tlacotalpan se pueden sentir con el Son Jarocho, el Fandango, y como lo dijimos antes, la Fiesta de la Candelaria.

Así es, Tlacotalpan tiene todo para ser fiesta o estancia ¡todo el año!… pero el conformismo de Christian Romero Pérez la tiene así, apartada de la gran oportunidad de crecer turísticamente en diversos polos y por ende, perdiendo no sólo “chances” de desarrollo, sino millones de pesos para invertir en la Perla y hacer de esta ciudad, un forzoso sitio turístico con flujo todo el año…

En el 2018, la secretaría de Turismo, Fonatur, y la Asociación de Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial, armaron el Programa de Desarrollo Turístico para Tlacotalpan, por su calidad de Patrimonio Cultural de la Humanidad, que pretendía fomentar la calidad, volumen y estadía de sus visitantes y a la vez, incrementar la calidad de vida de sus habitantes.

Había varias estrategias para colocar a Tlacotalpan en el escenario turístico estatal, nacional y mundial… como contar con productos turísticos, competitivos y diversificados orientados a lo cultural y natural; como aprovechar el río Papaloapan con Ecoturismo y de Aventura para que a su vez, se incrementara la calidad de los servicios, así como el impulso del manejo de los recursos sustentables, además de incorporar a la población en la actividad turística.

Se buscaba promover los espectáculos de gala jarocha y talleres de música, danza y laudería; crear noches de danzón; recorridos nocturnos de leyendas y callejoneadas; ¡rescatar y difundir la gastronomía local!; promover la iniciación musical con la jarana, el baile en niños; en jóvenes y adultos promover recorridos y competencias en el río Papaloapan; recorridos en lagunas y esteros para observación de flora y fauna así como la recuperación del manglar; incrementar la oferta de hospedaje así como la calidad de sus servicios y a la vez, incorporarse a las plataformas de comercialización digital; ¡señaléticas! tanto en la carretera de Alvarado como en la ciudad, claro, respetando el entorno local.

La primera vez que fui a Tlacotalpan, me preguntaba cómo es que no tuviera dos carriles en un sentido y otros dos, en el otro… bueno, la propuesta está en ese programa así como un libramiento para carros pesados.

Entre los proyectos que más llamaron mi atención están los miradores al Río Papaloapan, aprovechando los callejones que dan al afluente. Nomás imagine tomarse un refresco, una cerveza, un helado, sentado, a la orilla del río en un área con espacios culturales, jardinería y el clásico colorido de esta ciudad… ¡Vamos! Hasta darle una entrada digna a la ciudad con un arco y un paseo peatonal… entre otras cosas…

Esto era el futuro turístico planeado para Tlacotalpan desde 2018… pero a Christian Romero Pérez no le importó más que su presente y futuro porque a pesar que derivado del convenio de colaboración entre la Asociación Nacional de Ciudades Mexicanas del Patrimonio Mundial y Fonatur, del estudio de desarrollo turístico acá citado, ¡no hizo nada! Es decir, el Ayuntamiento de Tlacotalpan no lo aprovechó.

Y por si esto fuera poco, en la vertiente “Apoyos a Ciudades Patrimonio Mundial” del programa de “Apoyos a la Cultura” de la Secretaría de Cultura, con el apoyo de la Asociación, se le concedió una prórroga tanto con Cultura y con Hacienda para ejercer recursos a pesar de los retrasos de comprobación, pero Romero Pérez desaprovechó 15 millones de pesos correspondientes al ejercicio 2018.

Creo que a todos, tlacotalpeños, veracruzanos y demás, nos queda claro que el alcalde Romero Pérez no entiende el tema del Patrimonio Mundial y sea por omisión, ignorancia o desidia (o las tres), el edil dejó de obtener 15 mdp para la ciudad en el 2018; 7.5 mdp en el 2019 y lo que se acumule este año que se encuentra en trámite de determinar por petición de los alcaldes de ciudades patrimonio a través de la asociación de ciudades mexicanas de patrimonio mundial. Así, o más…

 

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